martes, 11 de febrero de 2014

...y se colapsaron los consulados

La noticia difundida por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón el pasado viernes 7 de febrero acerca de la decisión del Consejo de Ministros de facilitar la concesión de la nacionalidad española a todos aquellos sefardíes que lo soliciten, ha sido tomada con gran entusiasmo y espectación por la comunidad sefardí dispersa por todo el mundo, especialmente en Israel.

Se estima que la citada decisión podría afectar entorno a 3,5 millones de personas, que en gran número han comenzado a movilizarse y a solicitar información en los Consulados para proceder a iniciar los trámites en cuanto ésto sea posible.

De esta masiva reacción se han hecho eco diversos medios de comunicación españoles, como El Pais , El Mundo , PúblicoABC, así como el Jerusalem Post

La nostalgia de España en unos casos, la posibilidad de refugio frente a futuros conflictos en otros, pero básicamente las facilidades que conlleva poseer la nacionalidad de un país de la Unión Europea parecen estar tras esta buena acogida que no conlleva la renuncia a la nacionalidad actual del solicitante.

5 comentarios:

  1. Siguen produciéndose reacciones y declaraciones al respecto:
    Abraham Haim, Presidente del Consejo de la Comunidad Sefardí de Israel, en El Mundo
    Isaac Levy, historiador y experto en cultura sefardí, en El País

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  2. Y esta noticia ¿qué te parece? "España debe disculparse ante los judíos, dice el líder de los rabinos europeos".
    Cuántas disculpas debería dar España simplemente basándose en errores históricos y, algunos de ellos bastante más cercanos que este de hace más de 500 años. No sé, pero el tema este de la nacionalidad española a los judíos sefardíes me huele raro, raro.
    http://www.publico.es/internacional/502428/espana-debe-disculparse-ante-los-judios-dice-el-lider-de-los-rabinos-europeos

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  3. Anónimo, no creo que haya nada malo en pedir disculpas si hay motivo para ello, en este y en todos los casos, y en cuanto a reparar el daño hecho a judíos y moriscos, el otro colectivo expulsado hace siglos, (con el que, por cierto, no se ha tenido la misma disposición), eso es imposible, para ellos, para sus descendientes y para nuestro devenir histórico como colectivo social.
    Lo que más nos convendría a todos es sacar conclusiones productivas sobre los males de la intolerancia de cualquier tipo, y especialmente la religiosa.
    En cuanto a lo de nacionalidad, no me pronuncio, si por mí fuera, yo misma sería apátrida.

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  4. A propósito de los moriscos, aquí hay un artículo del diario ABC de ayer

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  5. Y continúan apareciendo en prensa reacciones e implicaciones del anteproyecto de ley:
    ABC de 13 de Marzo
    El País de 16 de Marzo

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