lunes, 20 de abril de 2015

Lorca. Luces de Sefarad

En el año 2003, y durante las obras de construcción de un Parador de Turismo en el cerro del castillo de Lorca (Murcia), se hallan accidentalme los restos de lo que resulta ser una sinagoga de mediados del siglo XIV, la única identificada como tal hasta el momento toda la comunidad murciana.

Comienza a partir de aquí un meticuloso trabajo de recuperación del trazado de la antigua judería, que se va revelando apiñada entorno a la sinagoga, dentro del recinto de la Alcazaba, y que estaba formada por doce casas dispuestas entorno al templo, en cuatro terrazas a diferente altura. 

En el sótano del actual Parador de Turismo de Lorca, se pueden visitar los restos de la sinagoga, en la que se aprecia nítidamente la disposición del espacio de culto: el hejal (nicho en que se colocaba la Torah), decorado con yeserías góticas, el zócalo de la bimá (lugar en que se leía la Torah), el banco corrido en que se sentaban los varones, y el lugar que ocupaba el espacio para las mujeres o matroneum.

Pero además de la reconstrucción urbanística, en el transcurso de las excavaciones, se hallan una serie de piezas arqueológicas de gran valor por su singularidad.

Planta de la sinagoga de LorcaYeserías del arón ha-qodesh

Desde el pasado 10 de marzo y hasta el próximo 30 de mayo, en la Sala de Exposiciones del Centro Sefarad-Israel de Madrid, sito en el Palacio de Cañete (Calle Mayor, 69) se puede visitar la exposición titulada Lorca. Luces de Sefarad, que da a conocer estas piezas, y que se encuentra dividida en cinco secciones:
  • Los judíos en España: desde sus orígenes hasta su expulsión
  • La ciudad fronteriza de Lorca
  • La judería encastillada de Lorca
  • Janukká, la fiesta de las luces
  • La sinagoga de Lorca
El nombre de la exposición, que ha recorrido diferentes ciudades, incluidas Nueva York y Jerusalem, responde a los objetos más singulares y valiosas de la muestra: las 20 lámparas rituales recompuestas a partir de 2.600 fragmentos de vidrio soplado localizadas en 2003 en el sector oriental del castillo, y que se identifican como lámparas de Janukah.

Lámparas de vidrio de Janucá

Las luminarias son las únicas piezas de este tipo que se han encontrado hasta el momento en la península.

Además, la muestra incluye documentos del siglo XV del Archivo Histórico de Lorca,  yeserías del arón ha-qodesh ó hejal y numerosos objetos de uso doméstico provenientes de las casas de la judería.



Objetos de loza de uso doméstico

Arco de yeso del interior de la casa X


jueves, 16 de abril de 2015

El Árbol de la Vida

En prácticamente todas las mitologías y religiones antiguas,  podemos encontrar la poderosa presencia de un árbol sagrado. Éste árbol recibe distintos nombres y representa diferentes roles mágicos o divinos.

Es el caso de Yggdrasil en la mitología escandinava, el árbol de manzanas doradas de las Hespérides en la griega, el árbol de Bodhi, bajo el que Siddhartha Gautamá alcanzó la iluminación para los budistas.... los ejemplos son muy numerosos.

El árbol sagrado puede representar, en ocasiones, la unión entre el Cielo y la Tierra, o entre ésta y el inframundo. A veces, es una fuente de sabiduría eterna, y en otros casos, la manifestación de toda forma de vida. Sus frutos, si los tiene, suelen ser mágicos, y transforman la esencia profundamente a aquel que los ingiere, dotándole de ciertas cualidades que le acercan a la divinidad de alguna forma o lo elevan a una condición superior a la de común mortal.


Higuera de la Judería de Málaga

Muy posiblemente, todas estas destacadas presencias vegetales sean vestigios de religiones ancestrales de culto a la Naturaleza y a sus ciclos vitales, y como tales, son símbolos poderosos que apelan a la conciencia ecológica de la Humanidad. El hecho de que un árbol tenga una vida equivalente a la de varias generaciones de humanos, que parezca morir y revivir año tras año, que sea capaz de soportar todo tipo de inclemencias y dé sustento y albergue a las más diversas formas de vida, al parecer nos ha fascinado desde siempre.

Si nos centramos en la tradición judía, encontramos no a uno, sino a dos de estos árboles sagrados, situados ambos en el Jardín de el Edén. Son el Árbol de la Ciencia y el Árbol de la Vida, y ambos poseen un simbolismo especialmente interesante.

Aparecen por primera vez nombrados conjuntamente en Génesis 2:20 (Biblia Reina-Valera):
Y había Jehová Dios hecho nacer de la tierra todo árbol delicioso á la vista, y bueno para comer: también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de ciencia del bien y del mal
Como es bien conocido, la pareja primigenia, Adán y Eva, instigados por la Serpiente, comen del fruto prohibido del Árbol de la Ciencia, adquiriendo de esta manera el conocimiento del Bien y el Mal (figura retórica que indica el todo), desatando la furia del Creador, que como consecuencia les expulsa para siempre del Jardín del Edén .

Más adelante, en Génesis 3:22-24, se indica que los frutos del Árbol de la vida atesoran otro preciadísimo (y complementario) don, el de la inmortalidad:
Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.
Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.
Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.

Más allá de cualquier interpretación sobre el origen y el sentido de esta historia (vease el artículo de El Pais sobre el yacimiento arqueológico de Göbekli Tepe), en la Kábala, la mística esotérica judía, se denomina Etz Hayim (Árbol de la Vida), a un grafo en el que aparecen conectadas entre sí diez esferas, las denominadas Sefiroth, que representan las etapas de manifestación de la Luz Infinita.

Adamtree
Adam KadmónLas diez Sefiroth

Las esferas son cualidades o emanaciones mediante las que se expresa la Divinidad en un orden descendente, desde el Espíritu puro hasta la materia y están  enlazadas por veintidós líneas denominadas Senderos. Según la Kábalah, las 10 sefirots se encuentran presentes en cada ser humano. El trabajo espiritual del prácticante de la Kábala consiste en hacer que su espíritu ascienda, de manera consciente, desde la esfera Malkuth, en el plano material, hasta alcanzar la Fuente, el estado más elevado o Keter. Y por cierto, para realizar el recorrido completo, es necesario realizar un movimiento serpenteante.

Por lo tanto, el Árbol de la vida representa a la vez el Adan Kadmón, el hombre celestial que simboliza el macrocosmos, y el hombre terrenal, considerado como el microcosmos, entre lo cuales existe una correspondencia directa.

Además la Torah, la sabiduría que contiene, es equiparada en sí misma con el Árbol de la Vida (Proverbios 3:1 ... 3:17-18):
Hijo mío, no te olvides de mi ley,
y tu corazón guarde mis mandamientos;
.....................
Sus caminos son caminos deleitosos,
y todas sus veredas paz.
Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano,

y bienaventurados son los que la retienen. 

El Árbol de la vida en el arte judío

El Árbol de la vida es representado con profusión en diferente manifestaciones artísticas en el mundo judío: en joyería, artículos de culto, arquitectura y estatuaria. Aparece con frecuencia en vitrales en las sinagogas, en lápidas, y tallada en los cilindros de madera o metal que guardan la Torah en las sinagogas sefardíes o incluso bordada en hilo de oro en el paño de terciopelo que envuelve este estuche. Y finalmente, la menorah, o candelabro de siete brazos, uno de los símbolos más reconocibles del pueblo judío, no es sino una representación estilizada del Árbol de la vida.


Juda 13Fl- 316v Biblia de Cervera, Menora de Zacharias
La reina del Shabat o La fe hebraica con la Torá
Ephraim Moses Lilien (1900)
Miniatura de la Bíblia de Cervera,
Menorá de Zacarias (1930)

Colgante de Árbol de la vida.
Platería Cordobesa

Desde anoche y durante todo el día de hoy, se celebra el Iom HaShoá el Día del Recuerdo del Holocausto. 

No quiero terminar esta entrada sin hacer mención a una de las representaciones del Árbol de la vida más especiales y hermosas. Se trata de una escultura erigida en el jardín de la Sinagoga de Budapest en memoria de las víctimas Holocausto. Se levantó en 1991, representa a un sauce llorón a tamaño natural y lleva escrito en cada una de sus hojas el nombre de una persona desaparecida. 


viernes, 3 de abril de 2015

Hagadás Barcelona. El explendor judío del gótico catalán.

Mientras escribo esta entrada al blog, y coincidiendo con la primera luna llena de la primavera, se está celebrando en el mundo judío el Seder de Pesaj con la cena que da comienza a la Pascua Judía. Se conmemora así el fin de la esclavitud y la salida de Egipto en dirección a la tierra prometida. Al tiempo, la tradición cristiana recuerda también la última cena que celebró Jesucristo en compañía de los Apóstoles, una cena de Pesaj, puesto que era un judío observante.

Se trata de un ágape muy especial, esencialmente familiar y fuertemente ritualizado, tal como ya se comentó en este blog coincidiendo con la festividad en el pasado año, y en el que los niños cobran gran protagonismo como receptores y continuadores de la tradición judía. 

Precisamente, para que éstos comprendan la importancia de la celebración y el valor fundamental de este hecho, se lee en familia la Haggadah de Pesaj, un relato ilustrado con viñetas que explica de forma simplificada las penurias que tuvieron que pasar los judíos en Egipto hasta ser liberados y conducidos a la Tierra Prometida por Moises.

Barcelona Haggadah 30vIllustration-haggadah-exodus
Haggadah de Barcelona.
La esclavitud en Egipto
Haggadah Kaufmann.
Éxodo

Desde el pasado 26 de marzo y hasta el próximo 5 de julio, coincidiendo con la Pascua Judía, el MUHBA (Museo de Historia de Barcelona) expone en el Salón del Tinell ocho Haggadot realizadas en la ciudad de Barcelona y en su área de influencial cultural y comercial durante el siglo XIV., bajo la denominación de  Hagadás Barcelona. El explendor judío del gótico catalán.

Aunque no están físicamente todas las que son, pues se encuentran catalogadas y diseminadas por el mundo unas doce, y se echan en falta las más célebres de todas, la Haggadah de Sarajevo y la Haggadah Dorada, si que se trata de una muestra muy ámplia y representativa de estas joyas bibliográficas de un valor cultural incalculable, por la calidad de las iluminaciones, el valor antropológico de las escenas representadas y su excelente estado de conservación. 

Rylands Haggadah, The Preparation for the Seder (above) and The Celebration of the Seder (below)
Haggadah Rylands
Preparación del Seder de Pesaj. 

Las ocho que se exhiben son: 
  • Haggadah de Barcelona (London's British Library)
  • Haggadah  Goldschmidt (Cambridge University)
  • Haggadah Kaufmann (Biblioteca de la Academia Húngara de Ciencias) 
  • Haggadah Rylands (John Rylands University Library, Manchester)
  • Haggadah de Módena (Universidad de Bolonia)
  • Haggadah Graziano (The Jewish Theological Seminary, Nueva York)
  • Haggadah Mocatta (University College of London)
  • Haggadah de Poblet (Monasterio de Poblet)
Los comisarios de la muestra son Josep-Lluis Carod-Rovira, Ana Bejerano y Manuel Forcano, profesores éstos dos últimos de Lengua y Literatura Hebrea y Filología Semítica en la Universidad de Barcelona  respectivamente.  En paralelo a la exposición, se celebran las jornadas “Hagadàs: història, narrativa i llegat artístic” en las que se hablará del contexto histórico y las técnicas pictóricas empleadas en la creación de estos maravillosos libros. 

Una ocasión única para bibliófilos y amantes de la cultura medieval en general.