miércoles, 21 de agosto de 2013

Tirar de la manta

Una de las expresiones a la que, por desgracia, nos estamos acostumbrando últimamente, es la de "tirar de la manta". Todo aquel político, corrupto o defraudador que se ve en apuros judiciales, suele hacer uso de esta amenaza nada velada, queriendo con ello expresar su intención de señalar a otros como partícipes del mismo o similar delito. Pero el origen de esta expresión es muy curioso y muy poco conocido. 

La manta era un lienzo de tela de gran tamaño que se colocaba en el s. XVII en distintas parroquias de Navarra, a la vista pública. En dicha manta, aparecían impresos los nombres de los descendientes de conversos de la localidad, de manera que quedara bien claro quien era cristiano viejo y quien no.

En origen, "tirar de la manta" significaba aludir a la falta de limpieza de sangre de una persona o familia, y de esta manera situarlo en desventaja ante cualquier disputa o pretensión de acceso a cargo público y hacerle caer así en un gran descrédito. A mediados del s. XVIII aún podían verse estas mantas en algunas iglesias navarras. 

En el Museo de la Sinagoga de la Catedral de Tudela, se expone actualmente una reproducción de la manta de la ciudad, originariamente colgada en la Capilla del Cristo del Perdón, en la que se pueden leer a tres columnas los casi 200 nombres de los descendientes de judíos conversos de esta localidad, los llamados "mantudos".

Los nombres de los judeo conversos inscritos en ella provienen del registro de impuestos del Padrón de los seiscientos y cincuenta ducados que se dan al servicio del señor Rey.

Manta del museo de la Sinagoga de la Catedral de Tudela

2 comentarios:

  1. Esta entrada me ha sorprendido muchísimo, no lo sabía... cuántas historias nos quedan por conocer..

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  2. Pues sí, a mí también me sorprendió cuando tuve noticia por primera vez.
    Sigue al tanto, que aún hay alguna que otra cosa que sé que te resultará curiosa...

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