Empujado por la oleada antisemita que agitó España tras las furibundas prédicas de San Vicente Ferrer, Azarías Ginillo, ilustre jurista judío de Calatayud, se convierte al cristianismo a finales del siglo XIV. Ya con el nombre cristiano de Luis de Santángel, es nombrado zalmedina (magistrado, máxima autoridad) de Zaragoza.
Un hijo suyo de igual nombre, Luis de Santángel el Viejo, fue un rico mercader asentado en Valencia que ejerció como recaudador de impuestos de la corona de Aragón, cargo que heredó su hijo, también llamado Luis de Santángel, el Joven.
Luis de Santángel el Joven |
Pero el hecho más significativo en la biografía de Santángel fue el actuar como protector de Cristóbal Colón, al que conoció cuando éste, rechazado por los Reyes Católicos, había decidido ya acudir a Francia en busca de apoyos para su expedición. Nuestro hombre convenció a los monarcas para que volvieran a recibir al navegante, se ofreció a financiar el proyecto él mismo, e incluso firmó las Capitulaciones de Santa Fé en calidad de secretario real. Financiero y navegante mantuvieron una gran amistad como queda documentada por la correspondencia que ambos intercambiaron.
Varios miembros de la familia tuvieron problemas con la Inquisición. Un primo de Luis de Santángel el Joven, de igual nombre, fue acusado de participar en el asesinato del inquisidor Pedro de Arbués en la Catedral de Zaragoza y condenado a la hoguera. Como quiera que toda la familia estaba en el punto de mira del Santo Oficio, sospechosos de judaizar, en 1497 consiguió para sí mismo y su descendencia de parte de los Reyes Católicos los estatutos de limpieza de sangre, pese a ser notorio su origen judío, lo que le ofreció en lo sucesivo un perfecto blindaje contra futuras investigaciones de la Inquisición.
Varios miembros del mismo linaje continuaron ejerciendo cargos administrativos, eclesiásticos e incluso llegaron a entroncar con la nobleza.
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