lunes, 9 de febrero de 2015

Endechas sefardíes

Ilustración miniada de
la Haggadah Dorada
Se denomina endecha (del latin indicta, anunciada) a una composición lírica fúnebre de carácter popular, muy común en la Edad Media en España (aunque con raices en la tradición greco-latina), que tiene por objeto el lamento por la muerte de una persona muy querida, generalmente un familiar, y que era cantada durante los días en que duraba el duelo por mujeres de la familia o por plañideras profesionales contratadas a tal efecto.

La temática abordada suele ser la reseña de las virtudes y cualidades del difunto, la reflexión sobre la fugacidad de la vida y lo inevitable de la muerte, el dolor y el llanto por la pérdida de la persona querida y la soledad en que se quedan los vivos. No tienen una métrica estricta, dándose el caso de algunas composiciones formadas por cuatro versos que se repiten como una letanía, y otras que toman más a la forma de un romance trágico de longitud media.

Existe una versión culta de la endecha, el planto o llanto, el más conocido y hermoso de los cuales quizás sea Coplas de Jorge Manrique por la muerte de su padre (s. XV), a la que pertenece este fragmento:

13th-century unknown painters - Tomb of Don Sancho Saiz de Carillo (detail) - WGA23530
Plañideras en el sarcófago del caballero
Sancho Sáiz del Carrillo (s. XIII)

"Recuerde el alma dormida,
avive el seso e despierte
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiere tiempo passado
fue mejor"





La diferencia entre la endecha y el planto estriba sobre todo en que éste último está compuesto ex-profeso en memoria de un finado ilustre y es una composición más extensa y culta, mientras que la endecha, más corta, solía utilizar un lenguaje más cercano al del pueblo y tener un destinatario genérico, si bien solía adaptarse a distintos perfiles de difunto: un hijo, un marido, una madre...

Se trata, por desgracia, de un género extinto en la península durante el Renacimiento, y del que se conservan muy pocas muestras. Al parecer, las autoridades eclesiásticas no veían con buenos ojos estas demostraciones exacerbadas de pena y aflicción que desbordaban la debida resignación cristiana ante la muerte, y fueron reprimidas y finalmente olvidadas, por ser composiciones de transmisión oral.

Afortunadamente, y como sucede con tantos otros tesoros culturales, las endechas acompañaron a los judíos españoles en su diáspora, y fueron mantenidas en el tiempo por las comunidades sefardíes del norte de África y el oriente mediterráneo hasta mediados del siglo pasado. Entre ellos, las endechas reciben también el nombre de oínas (del hebreo oy, exclamación de dolor), y las intérpretes de estos cánticos, oínaderas.

Estos reservorios de la memoria supusieron una interesante fuente para estudiosos del tema como Paul Bénichou, Arcadio de Larrea, autor de Canciones rituales hispano-judías, Juan Martínez Ruiz, autor de Poesía sefardí de carácter tradicional  y sobre todo, para el filólogo Manuel Alvar, autor del libro fundamental Endechas judeo-españolas.

Como muestra, aquí os dejo una endecha dedicada a la muerte de la madre (de la mía, que se me fue hace tan solo unos días), recogida en Tetuán, musicada por Carles Magraner e interpretada por Mara Aranda, tal y como aparece en el disco Música Encerrada de Capella de Ministrers.
A poko lloralda, a muncho buscalda,
ke más ya no la vas a ver, se está yendo al otro mundo.
Id a la cabecera i bezadle la kara.
A poco lloradla, a muncho buscalda,
ke más madre no tengo, ya se está pedriendo.



Por otra parte, no resulta nada extraña la pervivencia de este canto fúnebre entre los sefardíes, en parte debido al extraordinario celo con que estas comunidades han guardado el idioma y las costumbres arcaicas originarias de la península, y en parte también dada la querencia profunda de la cultura hebrea por la representación artística del lamento, el duelo y la pérdida. Son numerosas las muestras de esta índole, que se remontan hasta el Antiguo Testamento, y están presente en los cantos litúrgicos tradicionales.

Y finalmente una apostilla necesaria. En realidad, y aunque se dé oficialmente por desaparecida la endecha, como suele ocurrir con las tradiciones arraigadas en el pueblo, ésta pervive en la esencia del canto flamenco y popular de Semana Santa conocido como saeta.

La saeta es también un canto fúnebre que se interpreta sin acompañamiento musical desde un balcón, al paso de una imágen del Cristo crucificado o de la Virgen durante las procesiones de Semana Santa en todos los pueblos y ciudades de Andalucía así como en algunas otras zonas de Castilla. Se da además el caso de que en la ciudad marroquí de Larache, éste es el nombre que reciben las endechas tradicionales entre los sefardíes

Manuel Alvar, en su obra anteriormente citada, indica además que el término, pese a ser comunmente aceptado que representa una metáfora del dolor que  siente el intérprete por el duelo, similar al de una flecha o saeta que atravesara el pecho, en realidad procedería del vocablo árabe sayyita, que describe a un canto sin acompañamiento musical.

Aquí dejo a modo de ilustración una saeta cantada por Diana Navarro en la Semana Santa malagueña de 2010, que pone los pelos de punta.


domingo, 11 de enero de 2015

Música Encerrada - Capella de Ministrers

Los Reyes Magos han sido este año generosos conmigo, y atentos a mis deseos, han tenido a bien traerme un regalo muy esperado, el nuevo disco de Carlos Magraner bajo el sello de Capella de Ministrers en colaboración con la nunca bien ponderada Mara Aranda, titulado Música Encerrada.

Aunque se puede descargar desde el propio sitio a un módico precio, me apetecía tenerlo físicamente, pues paradójicamente, soy bastante analógica, y me encanta abrir paquetes. Y aquí lo tengo por fin, he podido oírlo tranquilamente en soledad y debo decir que es absolutamente ma-ra-vi-llo-so.

Del trabajo de Carlos Magraner, musicólogo, intérprete y especialista en música antigua, sólo se puede decir que es exquisito, como siempre. Hay composiciones muy conocidas de la tradición sefardí de todo el mediterráneo y otras no tanto, con un amplio abanico de subgéneros representados: endechas, nanas, romances, karsilamas e incluso una composición danza klezmer como propina.

El disco viene acompañado de un pequeño librito con las letras y el origen de cada canción, así como una introducción a la tradición sefardí

Se alternan melodías instrumentales, y otras kantigas interpretadas (que no símplemente cantadas) por una Mara Aranda en estado de gracia, con una sensibilidad y una madurez dramática absolutamente conmovedora, mas allá del virtuosismo vocal. Los pelos de punta se me ponen... esto no es música, es mucho más.

Y para haceros la boca agua, aquí os dejo el video promocional, con el tema instrumental Tanz, tanz, Jiddelelch de fondo (pista 14 del disco) :



viernes, 26 de diciembre de 2014

La observancia del Sabbath

El sábado es el día santo para la religión judía. Comienza al caer la noche del viernes, y dura hasta el una hora después del anochecer del sábado, un total de 25 horas. 

La observancia del sábado es el cuarto de los diez mandamientos de la ley mosaica, y por tanto, para los creyentes es una orden directa de Elohim. El concepto procede del relato bíblico de la creación:
Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra; más el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en el obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. (Éxodo 20: 2) 

Para un judío observante, la celebración del sábado es un recordatorio del trato entre Dios y el pueblo judío. Se abandonan todas las obligaciones cotidianas y se toma un día de clama y reflexión en familia para el encuentro con El Creador. 
Shabbat table setting
Mesa de sabbath

Durante el viernes, las mujeres limpian a fondo la casa y cocinan para no tener que realizar tareas domésticas al día siguiente. Al anochecer, se colocan un velo sobre la cabeza y encienden candelabros con velas, momento en que comienza la celebración. Las familias van la sinagoga para las oraciones de minjá, Kabalat Shabbat y Maariv de Shabbat

En la cena del viernes, se bebe vino dulce en una copa especial llamada Copa Kidush, que simboliza la alegría y la celebración, y se come un pan trenzado denominado jalá ó challah. Antes comer el challah, se recita la siguiente oración: 
Baruch atah Adonai, Eloheinu Melech ha’olam, hamotzi lechem min Aretz
que significa: 
Bendecido es usted, señor nuestro Dios, rey del universo, que trae el pan de la tierra
Entre las acciones prohibidas en sabbat están:
  • cualquier trabajo agrícola: arar, sembrar, etc
  • cualquier tarea doméstica: coser, lavar, etc
  • encender y apagar el fuego, lo que incluye cocinar y el uso de cualquier aparato eléctrico, incluido el teléfono, el ascensor o un simple timbre...
  • tocar instrumentos
  • escribir más de dos letras
  • construir, demoler o fabricar objetos
  • transportar mercancias 
Los judíos observantes esperan recibir grandes dones de Dios si son fieles a estas prescripciones. El gran sabio judeo español del siglo XI Abraham ibn Ezra escribió un precioso poema/canción muy conocido en todo el mundo judío acerca de este tema, denominado Ki eshmerá shabbat (Si observo el sabbat).
Si observo el Shabat, Elohim me protegerá.
Es una señal eterna entre Él y yo. 
Está prohibido cargar objetos
emprender viajes o hablar de
asuntos corrientes, de asuntos
comerciales y de temas del reino (terrenal). 
Sólo meditaré en la Torah de Elohim,
que me dará sabiduría.
Releeré la Torah de Elohim que
me hará más sabio. 
En ella encontraré la paz para mi alma.
Así como para la primera generación
mi Kadosh Elohim hizo un milagro,
otorgándoles pan doble, así mismo
duplicaré mi comida cada viernes. 
Elohim dictó una ley religiosa que
prescribe la presentación del Pan
de Proposición. 
Por eso, está prohibido torturarse,
según los sabios, excepto en el
Día del Perdón (Yom Kippur). 
Es un día que impone respeto,
un día para deleitarse, de pan y
buen vino, de carne y pescado.
Los que estén alegres ese día
conseguirán la alegría. 
Porque es un día en el que Elohim
me llena de felicidad.
Aquí os dejo una versión musicada muy muy especial. Se trata de una grabación de la velada singular denominada "Canto judío, cante flamenco" celebrada en Madrid, en el Espacio Ronda el 3 de enero de 2012, que ya reseñamos en este blog anteriormente, en la que esta canción sefardí se fusiona de manera increíblemente elegante con el popular villancico flamenco "Villancico de gloria".

Por la parte judía, Jorge Rozemblum, cantor, Pavel Sakuta, violín, Wafir Shaikheldin, laud y por la parte flamenca Antonio Mandillo, cantaor, Enrique García y Ramon Vallejo, guitarra, y Laura Tabanera a las palmas.

Que lo disfrutéis en estas fechas navideñas.




lunes, 22 de diciembre de 2014

Alburnía

Ayer comenzó el invierno, y pese a lo intempestivo de las fechas y gracias al suave otoño malagueño, aún he podido recolectar las últimas berenjenas de mi pequeña ecohuerta. Para cerrar la temporada, nada mejor que preparar un plato exquisito perteneciente a la cocina sefardí, vegetariano y sobre todo ligero, que vienen días complicados desde el punto de vista digestivo.

Se trata de la alburnía, más conocida en Andalucía como alboronía, vocablos ambos que proceden del árabe al-baraniyya, que según la wikipedia quiere decir "cierto manjar" aunque según otras fuentes proviene del nombre de Burán, dama principal toledana... a saber. En la cancíon Las merenjenas ya publicada en este blog, aparece nombrada como uno de los "siete modos" de guisar la berenjena de la tradición balcánica sefardí.

La alburnía sin tomate es con toda seguridad, el antecedente del pisto manchego, la chanfaina, el tumbet mallorquín y la escalivada catalana. Y también tiene mucho en común con el ratatouille provenzal, la kapunata de Malta y la moussaka griega. Como se ve, dieta mediterránea 100%. 

Se trata de un guiso de hortalizas especiado. El ingrediente principal es la berenjena, acompañada casi siempre de cebolla, pimiento y tomate, y además, según la zona, se le puede poner calabaza o patata y se acompaña con carne de pollo o cordero o con un huevo frito.

Yo me voy a limitar a la verdura, y entre las muchas variantes posibles, propongo la siguiente receta:

Ingredientes:
  • 2 berenjenas grandes
  • tomate frito al gusto (mejor si es casero)
  • 1 cebolla
  • 200gr de calabaza
  • aceite para freir
  • pimentón dulce, pimienta y sal
Preparación:
  • Se corta las berenjenas en dados y se dejan reposar con sal una media hora
  • Se sofríe la cebolla y el pimiento
  • Se añade la berenjena lavada y escurrida y la calabaza en dados y se saltea
  • Finalmente se añade el tomate frito y se salpimenta
  • Se deja unos minutos revolviendo para que se mezclen los sabores y se añade pimentón y si se quiere, una cucharadita de harina para que se ligue todo
En realidad esto es igualito al pisto que hacía mi madre, pero cambiando el calabacín por la calabaza y especiandolo con pimentón. A mí me gusta dejarlo reposar de un día para otro, así está más sabroso.

Bon apéttit!!

sábado, 20 de diciembre de 2014

Canciones sefardies (X) : Ocho Kandelikas

Desde la noche del pasado 16 de Diciembre y hasta el próximo día 23 se celebra en todo el mundo judío la fiesta de Janucá, la mal llamada "navidad judía" por la cercanía de fechas. En realidad no tiene nada que ver, pues, se trata de la conmemoración de la recuperación por parte de los macabeos del Templo de Salomón  que había caído en manos de los conquistadores griegos, tal y como ya contabamos en este blog el año pasado.

Con motivo de esta celebración, cada jornada, al anochecer, se encienden ocho velas en un candelabro conocido como Januquia o Menorah de Janucá, que deben permanecer ardiendo durante al menos 30 minutos.

Pues bien, en fecha bastante reciente, en 1983, la gran artista americana de origen balcánico sefardí Flory Jagoda creó en ladino o judeo-español una bellísima y muy pegadiza canción denominada Ocho kandelikas, con aires de tango, que rápidamente se hizo popular y cuenta con diversas versiones.

Os dejo la que más me gusta, la de Los Desterrados, un grupo londinense que hace una música maravilllosa, mezclando la tradición sefardí con toques balcánicos, flamencos y jazzísticos, con un resultado extraordinario.



Y aquí tenéis la letra:

Hanukah linda sta aki
Ocho kandelas para mi,
Hanukah linda sta aki
Ocho kandelas para mi, O

Una kandelika, dos kandelikas
Tres kandelikas, kuatro kandelikas
Sincho kandelikas, ses kandelikas
Siete kandelikas, ocho kandelas para mi

Muchas fiestas vo fazer
Kon alegria i plazer
Muchas fiestas vo fazer
Kon alegria i plazer

Los pastelikos vo kumer
Kon almendrikas i la myel
Los pastelikos vo kumer
Kon almendrikas i la myel, O

Una kandelika, dos kandelikas
Tres kandelikas, kuatro kandelikas
Sincho kandelikas, ses kandelikas
Siete kandelikas, ocho kandelas para mi

Una kandelika, dos kandelikas
Tres kandelikas, kuatro kandelikas
Sincho kandelikas, ses kandelikas
Siete kandelikas, ocho kandelas para mi

Felices Janucá, Navidades, Saturnales y año nuevo (gregoriano).

jueves, 20 de noviembre de 2014

Nacionalidad española para los sefardíes... en progreso

Congreso de los Diputados (España) 14
Hoy 20 de Noviembre de 2014, se ha dado luz verde en el Congreso de los Diputados al proyecto de ley en materia de concesión de la nacionalidad española a los sefardíes originarios de España que justifiquen tal condición y su especial vinculación con este país. 

Este proyecto de ley defendido por el nuevo ministro de justicia, Rafael Catalá y aprobado por la totalidad de las fuerzas parlamentarias, modifica el artículo 23 del Código Civil relativo a la concesión de nacionalidad por carta de naturaleza, ya que no se hace necesaria la renuncia a la nacionalidad previa ni la residencia por dos años en nuestro país. Sólo es necesario probar la condición de sefardí, y mantener una especial vinculación con España, lo cual se podrá hacer de las siguientes formas posibles (texto literal del proyecto de ley):
a) Por un certificado expedido por el Presidente o cargo análogo de la comunidad judía de la zona de residencia o ciudad natal del interesado.
 b) Por un certificado de la autoridad rabínica competente, reconocida legalmente en el país de la residencia habitual del solicitante.
c) Por el idioma familiar, ladino o haketía, por la partida de nacimiento o por la ketubah, certificado matrimonial en el que conste su celebración según el régimen y tradiciones de Castilla.
d) Por la inclusión del peticionario o de su ascendencia directa en las listas de familias sefardíes protegidas por España, a que, en relación con Egipto y Grecia, hace referencia el Decreto-ley de 29 de diciembre de 1948, o de aquellos otros que obtuvieron su naturalización por la vía especial del Real Decreto de 20 de diciembre de 1924.
e) Por el parentesco de consanguinidad del solicitante con una persona de las mencionadas en el apartado anterior.
f) Por la realización de estudios de historia y cultura españolas.
g) Por la realización de actividades benéficas a favor de personas o instituciones españolas, siempre que las mismas no se hayan realizado con carácter puntual o esporádico.
h) Por cualquier otra circunstancia que demuestre fehacientemente su condición de sefardí originario de España y su especial vinculación.
También se podrá aportar un certificado de la Secretaría General de la Federación de Comunidades Judías de España y otro elemento a valorar son los apellidos del solicitante.

Todo aspirante a adquirir la nacionalidad por esta vía deberá solicitarla en el plazo de tres años (aunque en la disposición cuarta queda abierta una puerta a circunstancias excepcionales y razones humanitarias pasado este plazo) y tendrá que someterse a una prueba de evaluación de conocimientos de la lengua y la cultura españolas realizada por el Instituto Cervantes en caso de proceder de un país no hispano-hablante.

Los grupos parlamentarios de Izquierda Plural y ERC que habían presentado una enmienda para que se hiciera extensivo el reconocimiento al pueblo saharaui, a los nietos de los exiliados españoles por razones políticas, y a los moriscos expulsados en 1610 que residen actualmente en su mayoría en Marruecos y Argelia, finalmente, han decidido retirarla al no encontrar apoyo en el resto de los grupos, primándose de esta manera el consenso.

Aún queda por pasar el proceso de tramitación parlamentaria y no entrará en vigor hasta pasados seis meses de su publicación en el BOE, pero si alguien quiere leer la totalidad del proyecto de ley y los detalles sobre el procedimiento de solicitud, aquí dejo un enlace.

Aunque esto no repara en nada los agravios pasados, bienvenidos a casa sean todos los retornados. Shalom.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Tela de sevoya, de Miriam Moscona

El meoyo del ombre es tela de sevoya. 
(La fragilidad humana es como tela de cebolla)
Refrán sefardí

Miriam Moscona (Ciudad de México 1955) es una poetisa y periodista mexicana de origen búlgaro sefardí, cuya producción literaria se encuentra escrita indistintamente en ladino y en español. Tela de sevoya es su primera novela. 

A raíz de que le fuera concedida una beca de la Fundación Guggenheim, la autora decide viajar a Bulgaria, Salónica y Turquía para reencontrarse con sus raíces familiares. Allí entra en contacto con los lugares casi míticos de los que tanto había oído hablar en su niñez, con los últimos hablantes del judeoespañol, y en su mente comienzan a aflorar una serie de episodios aparentemente inconexos de su infancia.

Se trata de una obra muy especial, en la que la autora alterna sus dos lenguas maternas, el ladino y el castellano y mezcla distintos géneros. Ensoñaciones oníricas, recuerdos infantiles, kantikas, reflexiones, datos históricos y objetivos entorno a la cultura sefardí, a la comunidad de hablantes del ladino y al incierto futuro de la lengua, nos dejan como resultado un retrato muy personal, valiente y descarnado. Una auténtica catarsis diría yo.

De entre los muchos demonios familiares de la autora que pululan por la obra, tanto en vida como después de muertos (y en esto entronca inevitablemente con el realismo mágico), destaca la figura de la abuela materna, una mujer temible y hosca, que se niega durante toda su vida a hablar otro idioma que no sea el ladino, y que se empeña en transmitírselo a su nieta para que de esta manera no se pierdan "los biervos" (las palabras).

Resulta una lectura muy curiosa e interesante per sé, aunque sin duda su principal valor es el empeño de la autora en mantener vivo el idioma de sus antepasados a través de la creación literaria.

Es en definitiva una obra muy recomendable, una rara avis.

El libro ha recibido el prestigioso Premio Xavier Villaurrutia de escritores para escritores en México en 2012, y ha sido recientemente publicado en España por la editorial Acantilado.