Bayona (en castellano), o
Baiona (en euskera y gascón) es el nombre de una ciudad francesa situada a poco más de 35 km de la frontera española de Irún y muy cerca de la costa cantábrica.
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Bayona desde el Baluarte y las Murallas de Vauban |
Pertenece al departamento francés de los Pirineos Atlánticos, en el antiguo Ducado de Aquitania, y forma parte del conglomerado urbano de Bayona-Anglet-Biarritz, denominado BAB. Y es de especial interés a la temática de este blog por la importancia que tuvo a lo largo de los siglos como ciudad de refugio y acogida para los judíos sefardíes expulsados del Pais Vasco, Navarra y Portugal a finales del siglo XV.
Debido a su estratégico emplazamiento, posee una historia larga y azarosa. La ciudad se conforma sobre un antiguo castro romano, Lapurdum (que acabará por dar nombre a la provincia vasco-francesa de Lapurdi), en la confluencia de los rios Nive y Adur. En el siglo IX, y durante más de cien años, es ocupada por los vikingos, que transmiten a los habitantes de la zona sus conocimientos sobre navegación. Recuperada por el Duque de Vasconia, pasa a formar parte del Vizcondado de Labort y finalmente del Ducado de Aquitania. Tras el enlace matrimonial entre Leonor de Aquitania y Enrique II de Inglaterra, pasa a manos de la administración inglesa hasta que es recuperada por Carlos VII de Francia en el último episodio de la Guerra de los Cien Años. Todas estas vicisitudes, han dejado su huella en la actual Bayona, ciudad fortificada, en la que se hablan el francés, el euskera y el gascón, así como el castellano, por su proximidad a la frontera.
La ciudad se divide en tres barrios principales separados por el Nive y el Adur:
Grand Bayonne
Es el centro histórico y comercial de la ciudad. Sus calles están repletas de pequeñas tiendas de artesanía, chocolate, productos de la zona y bares dispuestos entorno a la
Rue du Port Neuf y la
Rue d'Espagne. Es muy recomendable visitar la
Catedral gótica del s. XIII y su magnífico claustro, uno de los mayores de Francia, donde en verano se instala un mercado artesanal, el
Castillo Viejo (s. XI), que sólo puede verse por fuera y las
Murallas de Vauban cuyo foso contiene un precioso jardín botánico, y también el
Ayuntamiento y el
Mercado, dos edificios singulares junto al río Nive.
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Rue du Port Neuf |
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Mercado artesanal en el claustro de la Catedral |
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Castillo Viejo |
Petit Bayonne
En la orilla contraria del Nive se pueden ver los bonitos edificios de aire portuario típicos del país vasco. Se puede visitar el
Museo Vasco, y el
Bonnat, con obras del artista local que le da nombre, de Boticelli, Rafael y Rembrandt, así como el
Castillo Nuevo.
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Petit Bayonne |
Saint-Esprit
Cruzando el rio Adur, llegamos a este barrio que originariamente era una ciudad separada perteneciente al Condado de Gascuña, en el que se encuentra la Ciudadela de Vauban, la Estación de Ferrocarril y la Iglesia del Saint-Esprit, románica y gótica, un hito importante en el Camino de Santiago que pasa por Bayona. También se puede visitar el Museo del Chocolate, en las afueras del barrio.
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Estación de Saint-Esprit |
Las
Fiestas de Bayona, consideradas el equivalente francés a los
Sanfermines en España, por la vestimenta tradicional blanca y roja, los festejos taurinos que incluyen encierros, y los certámenes de pelota vasca, están declaradas
Patrimonio Inmaterial de Francia y en ellas se dan cita millones de visitantes, entre el último miércoles de julio y el primer domingo de agosto. En cualquier otra fecha, tanto Bayona como toda la comarca son un centro de atracción turística de primer orden.
Son productos tradicionales de Bayona el chocolate, los múltiples derivados del pato (magret, confit, paté, foie...) y la lencería de hogar de inspiración vasca.
Los judíos de Bayona y el chocolate
Cuando en 1492, el
Decreto de la Alhambra proscribe la práctica de la religión judía en España y años más tarde, también en Portugal y Navarra, último reino anexionado a la Corona, una parte de las familias judías que optan por la diáspora, encuentran cobijo en el barrio de
Saint-Esprit, por aquel entonces un municipio separado de Bayona. Son bien recibidos, por cuanto su actividad comercial dinamiza la economía de la zona.
En las décadas siguientes, y ante la presión creciente que ejerce la Inquisición en España y Portugal, a estos pioneros les seguirán nuevas oleadas de
marranos (criptojudíos). Todos ellos recibirán en Francia el nombre genérico de
judíos portugueses.
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Rue Maubec, judería de Saint-Esprit | Sinagoga de Bayona |
En la pequeña iglesia que da nombre al barrio, se pueden rastrear partidas de bautismo, registro de matrimonios y defunciones de estas familias, que en la mayoría de los casos, mantuvieron sus prácticas religiosas en secreto debido a que las leyes en Francia seguían prohibiendo la libertad religiosa. No fue hasta 1723 que se reconoció oficialmente la existencia de los
judíos portugueses, y se hacía efectiva la tolerancia de su culto, por otra parte, conocido y consentido. En vísperas de la
Revolución Francesa, había más de 2.500 judíos censados en Saint-Esprit.
La comunidad judía de Bayona es muy activa en todo lo relativo al comercio internacional, especialmente con paises en los que se habían asentado otras comunidades de origen sefardí:
Paises Bajos, Londres, el Caribe y las Antillas. En particular, son los responsables de la introducción del chocolate en Francia, y de la creación de la industria chocolatera de la zona, la más popular del país, en el que se conoce a Bayona como "
capital del chocolate".
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Tienda de chocolate en el centro de Bayona |
Se conoce la existencia de inmuebles que hicieron las funciones de sinagogas secretas, durante todo el siglo XVI y XVII, y de la afluencia a ellos de criptojudíos españoles, que acudían a celebrar ritos importantes, como circuncisiones y matrimonios. En 1632 se consigna el arresto de un emisario de la
Inquisición española acusado de ser un "espía español".
El
Cementerio judío de Bayona data de 1689 (año en que aún se practicaba el criptojudaísmo) en la cumbre de Saint-Etienne, y fue ampliado en los siglos XVIII y XIX y debido a la antigüedad de algunas de sus lápidas, su importancia histórica es equiparable a la del
Cementerio de Amsterdam.
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Cementerio judío de Bayona |
Un episodio relativamente reciente indica la fuerte identificación entre la comunidad judía de Bayona con sus orígenes sefardíes. Se trata del conflicto producido a finales de los años 50 por la titularidad municipal del antiguo cementerio judío de Vitoria,
Judimendi (ya consignado en otra entrada de este blog) y su uso como suelo urbanizable y el acuerdo llegado por la corporación municipal y la comunidad judía de Bayona para la creación de un espacio para la memoria y la reconciliación.