Se denomina aljamía (del árabe Ayamiyya, lengua extranjera) o aljamiado a todo texto redactado en lengua romance y transcrito sobre papel utilizando caracteres semíticos. El texto original puede estar en castellano antiguo, en catalán o bien en judeoespañol, y los caracteres gráficos corresponden en unos casos al árabe, y en el otro al hebreo.
El origen del empleo del texto aljamiado en Al-Ándalus resulta muy interesante. Tras la caída del Imperio Romano y durante la dominación árabe, el pueblo llano, por una parte los cristianos, y por otra, las personas sin instrucción en la cultura oficial dominante, que eran la inmensa mayoría, continuaban hablando la lengua vernácula hispano-goda en su vida diaria.
Fonética de la grafía aljamiada en caracteres árabes |
Esta lengua romance, llamada por algunos autores "romance andalusí" incluía ya profundas influencias árabes y hebreas en el léxico. Al igual que en su día la administración de Roma no consiguió que en Al-Andalus se hablara el latín culto, conocido popularmente como latin obscurum (restringido al ámbito eclesiástico y administrativo), tampoco el árabe oficial caló en la población.
Rota ya la cadena de transmisión de la grafía original de los caracteres latinos, el lenguaje hablado por el pueblo sigue su evolución, desembocando con el paso de los siglos y de las aportaciones de los conquistadores en lo que acabaría siendo la lengua castellana.
Pero entre tanto, ante la necesidad de poner por escrito determinados documentos, poemas y canciones, contratos legales, etc, el genio popular acaba por idear una componenda: escribir el texto romance utilizando caracteres árabes (en el caso de la población musulmana) o hebreos (en el caso de la población judía). Nace así la aljamía como fenómeno lingüístico autóctono.
Pero entre tanto, ante la necesidad de poner por escrito determinados documentos, poemas y canciones, contratos legales, etc, el genio popular acaba por idear una componenda: escribir el texto romance utilizando caracteres árabes (en el caso de la población musulmana) o hebreos (en el caso de la población judía). Nace así la aljamía como fenómeno lingüístico autóctono.
La aljamía prospera de tal manera al margen de la cultura oficial, que abundan en las crónicas históricas los ejemplos de personajes que ante determinadas situaciones administrativas o jurídicas utilizan esta grafía desde los primeros tiempos del califato y hasta la época nazarí. Incluso en algunos tratados de ciencia conservados se incluye la transcripción de algunos términos del árabe ortodoxo al aljamiado.
Tras la toma de Granada por los Reyes católicos, con la consiguiente quema de libros en árabe ordenada por el Cardenal Cisneros en 1499, y el destierro o forzada conversión de los judios, se produce la pérdida irreparable de textos aljamiados en árabe y hebreo, de los que nos han quedado muy pocos ejemplos. El CSIC dispone de un portal, manuscriptaCSIC en el que se pueden consultar algunas muestras de manuscritos supervivientes.
Jarcha hebrea de Yehuda ha Leví transcrita por Samuel Stern |
Probablemente los ejemplos más llamativos y valioso son las moaxajas y jarchas descubiertas por Samuel Stern en una sinagoga de El Cairo, de las cuales dimos cumplida información en este blog en una entrada anterior. Estas composiciones, aparte de su valor literario, representan el primer testimonio escrito de una lengua romance en Al-Andalus, entorno al siglo X y XI, anteriores por tanto a las Glosas Emilianenses, pese a ser éstas últimas consideradas como la primera muestra del castellano.
Cartel anunciador. Salónica (1911) |
La destrucción de alguna de estas comunidades en Europa como consecuencia de la Shoá y la política cultural uniformadora de Atatürk en Turquía, provocaron un declive definitivo en el uso de la grafía aljamiada, pasando a utilizarse los caracteres latinos, que por otra parte, no se ajustan tan adecuadamente a la fonética del ladino.
Cada vez es más raro encontrar una publicación en aljamía, por lo que cuando me topé con una edición de El Principito de Antoine de Saint-Exúpery en la tienda Librería y Hebraica de Toledo de la editorial Tintenfass (especializada en traducciones exóticas de esta obra) y traducido del francés al ladino por Avner Pérez y Gladis Pimienta, no me lo pensé, es la joyas de mi muy modesta biblioteca sefardí. Por un lado, el libro está en ladino con grafía latina, y se lee de izquierda a derecha y desde delante hacia atrás.... y por el otro con grafía aljamiada, de derecha a izquierda y de atrás para adelante... por lo que en las páginas centrales se tocan ambos finales.
¡¡¡Es una auténtica maravilla!!!.
El Principito judeo-español en caracteres latinos | El Principito judeo-español en aljamía |
Como curiosidad para interesados, he descubierto en Internet a Ricardo Vicente, caligrafista experto que imparte talleres y cursos de caligrafía aljamiada pero sólo en caracteres árabes.
todo lo que se refiere al arte, a la evolucion y al libre pensamiento, es lindo-
ResponderEliminarHola y gracias por el articulo. Quería saber si existen antiguos textos aljaminados escritos de izquierda a derecha o algunos textos árabes escritos al revés, es decir de izquierda a derecha?. Gracias
ResponderEliminaruna gozada
ResponderEliminarNueva traducción aljamiada dle principito
ResponderEliminarhttps://editiontintenfass.de/de/catalog/459_el-principito