El meoyo del ombre es tela de sevoya.
(La fragilidad humana es como tela de cebolla)
Refrán sefardí
Miriam Moscona (Ciudad de México 1955) es una poetisa y periodista mexicana de origen búlgaro sefardí, cuya producción literaria se encuentra escrita indistintamente en ladino y en español. Tela de sevoya es su primera novela.
A raíz de que le fuera concedida una beca de la Fundación Guggenheim, la autora decide viajar a Bulgaria, Salónica y Turquía para reencontrarse con sus raíces familiares. Allí entra en contacto con los lugares casi míticos de los que tanto había oído hablar en su niñez, con los últimos hablantes del judeoespañol, y en su mente comienzan a aflorar una serie de episodios aparentemente inconexos de su infancia.
Se trata de una obra muy especial, en la que la autora alterna sus dos lenguas maternas, el ladino y el castellano y mezcla distintos géneros. Ensoñaciones oníricas, recuerdos infantiles, kantikas, reflexiones, datos históricos y objetivos entorno a la cultura sefardí, a la comunidad de hablantes del ladino y al incierto futuro de la lengua, nos dejan como resultado un retrato muy personal, valiente y descarnado. Una auténtica catarsis diría yo.
De entre los muchos demonios familiares de la autora que pululan por la obra, tanto en vida como después de muertos (y en esto entronca inevitablemente con el realismo mágico), destaca la figura de la abuela materna, una mujer temible y hosca, que se niega durante toda su vida a hablar otro idioma que no sea el ladino, y que se empeña en transmitírselo a su nieta para que de esta manera no se pierdan "los biervos" (las palabras).
Resulta una lectura muy curiosa e interesante per sé, aunque sin duda su principal valor es el empeño de la autora en mantener vivo el idioma de sus antepasados a través de la creación literaria.
Es en definitiva una obra muy recomendable, una rara avis.
El libro ha recibido el prestigioso Premio Xavier Villaurrutia de escritores para escritores en México en 2012, y ha sido recientemente publicado en España por la editorial Acantilado.
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