Existe una curiosa tradición gastronómico-festiva en la ciudad de León que recibe el nombre de matar judíos.
Tan inconveniente denominación corresponde a la costumbre de frecuentar el Barrio Húmedo de León, la zona tradicional de copas y tapas, para ingerir una especie de sangría, denominada limonada leonesa.
La limonada incluye los siguientes ingredientes:
- vino del Bierzo
- azúcar disuelta previamente en agua, formando almíbar
- canela y limón
Las cantidades y proporciones dependen del gusto del consumidor, así como el añadido de algún ingrediente adicional: licor, higos, naranja..., pero siempre se debe dejar reposar un periodo de entre 3 días y una semana.
El brebaje suele estar disponible desde los días previos hasta los posteriores a Semana Santa, aunque la tradición manda tomarlo entre el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección.
Barrio Húmedo de León |
Y ahora, vamos a lo que nos ocupa ¿por qué se llama de esta manera tan repulsiva y, como diríamos hoy, políticamente incorrecta ?
Todo parece indicar que en los revueltos tiempos de la baja Edad Media, en los que se sucedieron lamentables episodios de persecuciones y matanzas, y aprovechando tan señalada fechas, algunos lugareños se encaminaban a la judería de León (actual barrio de Santa Ana) a tomar cumplida venganza por la muerte de Jesucristo en las carnes y las haciendas de los indefensos judíos de la ciudad.
Alarmadas las autoridades, tuvieron la feliz idea de permitir a los establecimientos del cercano barrio Húmedo despachar (algo prohibido en estas fiestas) esta bebida alcohólica rebajada, para disuadir a los exaltados y desviarlos de su sanguinario objetivo sustituyendo el judío muerto por la copa de limonada. No está muy claro si era peor el remedio que la enfermedad, ya que el alcohol, lejos de disuadir, las más de las veces, anima.
Alarmadas las autoridades, tuvieron la feliz idea de permitir a los establecimientos del cercano barrio Húmedo despachar (algo prohibido en estas fiestas) esta bebida alcohólica rebajada, para disuadir a los exaltados y desviarlos de su sanguinario objetivo sustituyendo el judío muerto por la copa de limonada. No está muy claro si era peor el remedio que la enfermedad, ya que el alcohol, lejos de disuadir, las más de las veces, anima.
Así pues, si estáis en León en estas fechas y alguien os invita a "matar judíos" en el Húmedo, en realidad os están invitando a tomar unas copas en el típico barrio de León... afortunadamente.
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